SÓLO FUE UN SUEÑO

                            SÓLO FUE UN SUEÑO

Al verme comprenderán  la pena que llevo en mi corazón.

 

 

 Estaba en un fabuloso lugar nunca antes visto, todo era felicidad, era tan maravilloso que no podía creerlo.

Comenzó a llorar el cielo y mi peluche preferido trataba de no mojarse, acompañado de su mejor amigo, el osito Clean.

Aparecieron unos cisnes, calmó la lluvia, y ellos muy acurrucados celebraban su amor.

 Al igual  que Rut y Daniel, aprovechaban el momento para decirse lo mucho que se amaban.

El ocaso del sol acompañaba el romántico encuentro de la pareja de enamorados. Todo era paz y felicidad.

 

 Después escucharon el llanto desconsolado de un bebé. Rut y Daniel muy apresurados se dirigieron  hacia el pequeño, al verlo sonrieron y decidieron cuidarlo.






Rut demostró su ternura con la confección de muchas ropitas para el bebé y un lindo peluche, el leoncito Divo.

 Los jóvenes enamorados continuaban viviendo con tanta felicidad sin saber lo que les iba a suceder. Jugaban tan alegres, Daniel se dio un tropezón tan fuerte que cayó de sentido y la muchacha también.

 Ambos amantes fallecieron. La arena fue su sepulcro, las olas sus compañeras y el ocaso su final.

 Abrieron los ojos y ellos se encontraban  cerca a los cielos más iluminados que nunca habían visto. Contentos iniciaron apresuradamente a recorrer cada uno de los lugares celestiales.

Sim embargo vieron que poco a poco se aproximaban a un lugar espantoso, lleno de demonios, escuchaban el llanto  y quejidos de personas y entre ellos el llanto del bebé. Lentamente empezó a quemarse Daniel. Rut se resistía y cayó al abismo.

 

Sentí el golpe y me desperté, estaba tan congojada con la respiración agitada y comprobé que sólo fue un sueño.